Correr para mi se ha convertido en algo más que una pasión, es una auténtica válvula de escape para ciertas situaciones en que la vida te pone a prueba. Es lo más parecido a tener un auténtico amigo que siempre está a ahí cuando lo necesitas. Nada más ponerme las zapatillas de correr y salir de casa o del centro deportivo, el mundo se transforma ante mi, se abre a mis pies, y aunque hay veces que el cuerpo te pide no moverte de casa, la fuerza y la pasión es tal que no puedo imaginarme más de dos días sin poner a prueba mis piernas, pies y corazón. Correr te hace sentir mejor, ser más positivo, con más fuerza para afrontar cualquier problema y especialmente después de una agotador día de trabajo en el que al final del mismo todo lo vemos gris y negativo, correr te hace sentirte diferente como si pertenecieras a un club de privilegiados que tiene como filosofía de vida intentar ver la vida en positivo y no dejarse atrapar por la perezosa idea de no ir a correr y quedarse sentado meditando y ver pasar el tiempo.
Correr provoca que el corazón se haga más fuerte, se incrementa la densidad de los huesos, quemamos muchas más calorías y aumentamos y mejoramos nuestra capacidad aeróbica.
En definitiva correr es sano y además es una actividad física de bajo coste económico pudiendose practicarse en cualquier país, lugar, espacio o entorno.....!!
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